16 de agosto de 2014

Desconociendo lo desconocido

Ayer ingresé a la web de Movistar para realizar un trámite, y descubrí que tengo una segunda línea de teléfono activa, a mi nombre y con mis datos personales. Un verdadero misterio. Yo nunca pedí una segunda línea, así que me comuniqué con el servicio de atención al cliente…

– Espere un momento, vamos a verificar… Efectivamente, usted tiene una segunda línea
– Pero yo nunca pedí una segunda línea…
– Comprendo... Entonces deberá presentarse en nuestras oficinas, y completar un        
   formulario de "Desconocimiento de línea"
– Pero, desconozco quién dio de alta esa línea… ¿No deberían conocerlo ustedes?
– Lo siento, ese es el trámite que tiene que realizar
– Pero… ¿Cómo puedo desconocer algo que desconozco?

Del otro lado se escuchó un largo silencio… Entiendo, están para resolver cuestiones técnicas, no filosóficas… Pensé en dejarme crecer la barba unos días, vestirme con una sábana, y presentarme en la oficina cual Sócrates. Levantando el dedito y diciendo: ¡Vengo a desconocer lo desconocido!